A lo largo de su recorrido por nueve municipios de la zona huasteca y en concentraciones donde reunió miles de personas, como fueron los casos de Aquismón, San Martín Chalchicuautla, Tampacán, Coxcatlán y otros importantes municipios, líderes naturales y candidatos indígenas de los partidos que apoyan a Juan Ramiro Robledo, expresaron en diversas formas que es la primera vez que un candidato a gobernador se atreve a plantear la autonomía de la huasteca -y de las demás regiones- y a la vez ofrecer la posibilidad de que sean las propias comunidades, ejidos y otros centros de población las que determinen en qué ocupar los recursos que les corresponden.
Como abogado, catedrático de Derecho y con una amplia experiencia legislativa –diputado local, federal, senador de la República- ha propuesto durante toda la campaña un plan de trabajo que en realidad representa en el fondo una reforma del estado para San Luis Potosí, como es el caso de la autonomía de las regiones, que vendría a ser un cuarto nivel de gobierno, el cual tomaría forma por medio de asociaciones municipales, trascendental iniciativa que lleva aparejada otra propuesta que revolucionará la manera de hacer gobierno, y que consiste en otorgar a los ciudadanos de todo el estado un voto anual para que decidan las obras que quieran realizar.
En San Martín Chalchicuautla, en Tampacán, en Tanlajás, en Coxcatlán, así como en comunidades de la sierra alta de Aquismón y Xilitla, Robledo explicó en un lenguaje sencillo y a un público mayoritariamente indígena, lo que pretende hacer como gobernador del estado, les dice que no anda prometiendo obras, sino comprometiéndose a impulsar cambios en la Constitución para que sean ellos mismos, los indígenas y los demás ciudadanos de todo el estado, quienes decidan qué obras construir y que proyectos desean emprender con los recursos del estado.
Con un estilo discursivo en el que se combina su larga experiencia como catedrático del derecho con la del político, subrayó a miles de indígenas y campesinos que también será un gobernador que por fin hará que se cumpla la ley de derechos indígenas, que aunque es texto constitucional, resulta letra muerta en casi todo el país y el estado potosino.
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